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Política

¿Merece el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, el Nobel de la Paz?

Después de resultado del plebiscito el Comité Noruego del Nobel de la Paz ha decidido otorgarle el premio al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. Una decisión tanto aplaudida como criticada.

Esta madrugada el Comité Noruego del Nobel de la Paz ha anunciado que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha sido galardonado con el premio de este año por su implicación en el proceso de paz con las guerrillas de las FARC. A pesar del voto del referémdum, donde ganó el 'no', la portavoz del comité Kaci Kullmann Fivee ha destacado el papel del presidente en su contribución al final del conflicto y le ha mostrado su ánimo a seguir por esa vía, pues "el referéndum no fue un voto contra la paz. Los que votaron 'no' no rechazaron el deseo de paz, sino un acuerdo específico de paz". 

El presidente Santos votando en favor del sí
"El presidente Santos votando en favor del sí"

El proceso de paz se inició oficialmente el 4 de septiembre de 2012. Desde entonces comenzaron las negociaciones entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las Farc. Los dialogos tuvieron lugar en Oslo y en la Habana y culminaron el 26 de septiembre de este año con la firma oficial del acuerdo. Estos diálogos serían refrendados por medio de un plebiscito que daba voz al pueblo. La consulta se celebró el pasado 2 de octubre y tuvo un voto negativo de 50,21%, positivo de 49,78% y una abstención del 62%. 

El posible resultado despertó varias elucubraciones sobre lo que podría conllevar el acuerdo y si sería lo mejor para el país. Nacían entonces dos posturas, a favor y en contra, que coinciden con las voces que aclaman esta decisión de la Comisión del Nobel o que por el contrario consideran que se ha premiado a alguien más preocupado por sus propios intereses que por los del pueblo colombiano. 

Colombia, dividida

Jóvenes en una manifestación en favor del sí
"Jóvenes en una manifestación en favor del sí"

Las voces en favor del sí celebraban el alto al fuego que daba inicio a los diálogos y vislumbraban la posibilidad de poder volver a vivir en paz. La efectividad del acuerdo devolvería la normalidad a un país que llevaba 50 años desangrándose y a una sociedad que había llegado a subsumir que esa situación sería permanente e irrefrenable. Esta facción sin duda verá el premio como un incentivo a continuar por ese camino y una aprobación internacional del acuerdo. 

Por otro lado se postulaban las voces en contra. Consideraban que era una imfamia calificar el conflicto de guerra civil cuando enrealidad se trataba de una banda terrorista que atentaba contra la población y que se alejó de su fin último para secuestrar a civiles por dinero.

El país se llenaba de concentraciones, esta vez en favor del no
"El país se llenaba de concentraciones, esta vez en favor del no"

Uno de los puntos más polémicos del acuerdo era el reintegro en la vida civil de los guerrilleros. Para las familias de las víctimas eso suponía un 'no' a su propia paz, la impunidad para los asesinos de sus familiares. Además, el líder de la oposición del país recalcaba el peligro que tenía esta reinserción, pues podría suponer la reconversión de las Farc en un movimiento político. Este punto entraría en conflicto con el Estatuto de Roma que prohíbe que condenados por delitos de lesa humanidad tengan vida jurídica. 

Esta facción verá sin duda el premio como un terrible error, una equivocación internacional que vuelve a echar sal sobre las heridas que aún están por cerrar.

Con lo cual estamos ante un Comité que o bien ha premiado a un héroe que ha decidido intentar la paz de su país por medio del diálogo o ante un error que ha otorgado un injusto premio a un vendido que ha preferido llegar a un acuerdo cuestionable en lugar de condenar los crímenes de las FARC. 

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