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Política

Una ley prohíbe a comunistas ejercer profesiones públicas en Alemania

Kerem Schamberger sufre las consecuencias de una ley promulgada en un contexto muy diferente al actual, los años de la Guerra Fría, pero parece que el miedo aún sigue vigente en Alemania.

Un joven ve truncado su sueño de trabajar en una universidad alemana por una ley que data de la Guerra Fría y que aún continúa vigente. El decreto, promulgado en 1972, establece que todas las personas que trabajan en el sector público deben de ser controladas ante un posible radicalismo, por lo que deben presentar un certificado de validez expendido por el servicio secreto alemán interno. 

El afectado, Kerem Schamberger, estudió comunicación en la Universidad Ludwig Maximilian (LMU) y su intención era realizar un doctorado en la misma. El proceso para la obtención del título se lleva a cabo a través de un contrato con la universidad, que dicta que a parte de hacer investigación se deben realizar funciones docentes. La universidad, consciente del decreto regulador y de las actividades comunistas de Karem, solicitó a las autoridades el permiso para que pudiese trabajar en la universidad. El servicio secreto alemán aún no se ha pronunicado al respecto y el estudiante no ha podido comenzar las clases como estaba previsto

El partido comunista alemán a pesar de ser legal se encuentra bajo vigilancia
"El partido comunista alemán a pesar de ser legal se encuentra bajo vigilancia"

Kerem Schamberger es un comunista manifesto y también portavoz del partido comunista alemán DKP en Múnich, lo que complica aún más su situación. El DKP es partido legal, pero a pesar de ello está vigilado por la Oficina Federal de Protección de la Constitución, que califica el partido de extremista. 

El profesor Michael Meyen, encargado de la tesis del afectado, en unas declaraciones para el diario alemán Süddeutsche Zeitung, afirma que Kerem es un alumno excelente y que quiere contratarle "no porque sea comunista, ni tampoco a pesar de ello". Por su parte, la abogada de Kerem ha decladado que la caza de brujas que se ha llevado contra su cliente "seguramente no es legal", ya que la exclusión de este de la práctica docente es un hecho anticonsticunal que atenta contra la Carta Magna, la cual garantiza la libre elección de una profesión. 

Kerem denuncia una persecución comunista en Alemania
"Kerem denuncia una persecución comunista en Alemania"

Kerem ha querido dejar claro que con esta acción, el estado alemán pone de manifiesto "demoniza a los comunistas" y que sus medidas son una forma de intimidar a los jóvenes, los cuales en lugar de actuar libremente y entrar en un partido comunista "se lo piensan dos veces antes de hacerlo, porque saben las consecuencias que puede tener en el caso de querer hacer carrera en el sector público". 

Las autoridades alemanas no han querido entrar en profundidad en el asunto y han comunicado a la prensa que hay ocasiones en las que tardan más en dar un veredicto, ya que tienen que "comprobar todos los hechos". 

No es la primera vez que Kerem tiene problemas burocráticos por su afiliación con dicho partido. Según recoge El Diario uno de los mayores bancos alemanes, el Commerzbank, cerraba su cuenta porque "habían recibido informaciones que hacían imposible continuar con su servicio". La madre del afectado pidió más explicaciones al banco, que le respondió que "no estamos autorizados a contarlo, es información secreta, no podemos decírselo, pero su hijo no puede continuar en nuestro banco". 

El decreto de los radicales

La Guerra Fría parece que aún guarda consecuencias en Alemania
"La Guerra Fría parece que aún guarda consecuencias en Alemania"

La ley en cuestión fue promulada bajo el gobierno de Willy Brandt, con el nombre de 'Decreto de los Radicales'. El escrito recoge que se debe garantizar la fidelidad al orden constitucional de todo aquel que ejerza una ocupación pública, con el fin de garantizar un buen desarrollo de la vida alemana. 

Aunque no tuvo vigencia hasta 1972, durante los años 50 y 60 varios funcionarios fueron rechazados por la posible pertenencia a organizaciones calificadas como peligrosas por el servicio secreto interno alemán. Eran los años de plena Guerra Fría, cuando el miedo al movimiento bolchevique no hacía más que crecer. 

A pesar de que la ley siga vigente, existen varios casos en los que la justicia ha dado la razón a varios afectados. Es el caso de la maestra Dorothea Voigt, suspendida de su trabajo como docente por pertenecer al mismo partido que Kerem. En 1995 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos falló en su favor, declarando que Alemania había actuado en contra de los artículos 10 y 11 de la Convención Europea de Derechos Humanos, los cuales garantizan la libertad de opinión y reunión. 

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