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Chechenia abre campos de concentración para homosexuales

La exrepública soviética mantiene una especie de apartheid contra la comunidad LGTBI ante la inacción de la Comunidad Internacional.

El acoso contra la comunidad LGTBI en Chechenia está sobrepasando todos los límites. El último: según denuncia el diario ruso Nóvaya Gazeta, el Gobierno liderado por Ramzán Kadýrov y amparado por Moscú cuenta en su poder con un campo de concentración en el que reprimir a las personas homosexuales.

Las imágenes que acompañan a esta noticia pertenecerían al campo de la ciudad de Argún, instalado en un antiguo complejo militar que se encuentra oficialmente en desuso desde hacía varios años. Sin embargo, el diario de la oposición al Kremlim ha señalado la existencia de más centros que se mantienen ocultos.

Imagen del campo de concentración de Argún
"Imagen del campo de concentración de Argún"

El presidente de la exrepública soviética tendría completo conocimiento de todo ello. Según el citado diario ruso, que es el único que denuncia las violaciones de derechos humanos cometidas por el Kremlim y sus afines en el interior del país, Kadýrov habría acudido personalmente a visitar el campo junto a un grupo de funcionarios para comprobar que todo se encontraba en orden.

El objetivo de estas instalaciones sería el de forzar a la comunidad LGTBI a abandonar el país o, en última instancia, asesinarlos. En palabras del mencionado rotativo, el objetivo es "limpiar" a los hombres que "tengan una orientación sexual no tradicional".

Una venganza por reclamar derechos

El presidente checheno, Ramzán Kad`yrov
"El presidente checheno, Ramzán Kad`yrov"

La acción del Gobierno de Kadýrov llega como respuesta a la reciente petición de varios activistas vinculados a la organización LGTBI GayRussia que había solicitado permisos para convocar varios desfiles en cuatro ciudades como motivo del día del Orgullo Gay. 

Los activistas eran conscientes de que la solicitud iba a ser denegada, pero con ello, tenían la intención de acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo para denunciar la discriminación a la que diariamente se enfrentan tanto a nivel institucional como social.

El Ejecutivo decidió "tomar la justicia por su mano" y rápidamente organizó una redada en la que asesino, al menos, a tres personas y secuestró a más de un centenar de activistas.

Las informaciones fueron confirmadas por el Servicio Federal de Seguridad ruso, el antiguo KGB, así como por fuentes del propio Gobierno checheno y activistas. Sin embargo, Kadýrov negó todo con el siguiente argumento: "es imposible detener a personas que no existen en nuestra república [...] si personas así existieran en Chechenia, las fuerzas del orden público no tendrían que preocuparse de ellas: sus propias familias se encargarían de enviarlas donde no pudiesen volver".

Junto a esta reacción, los medios también han denunciado que la Policía está llegando a atar en sillas eléctricas y a golpear a varios activistas con el fin de que denuncien la identidad y la localización de otros homosexuales. Es decir, la comunidad LGTBI vive una persecución muy característica de los peores regímenes totalitarios.

La tibia respuesta de la Comunidad Internacional

La responsable de Exteriores de la UE, Federica Mogherini
"La responsable de Exteriores de la UE, Federica Mogherini"

Por el momento solo se ha pronunciado la Unión Europea al respecto. En un comunicado firmado por la portavoz de la responsable de exteriores, Federica Mogherini, ha pedido que "cualquiera que sea declarado culpable o cómplice de semejantes crímenes comparezca ante la justicia" y ha lamentado que estas acciones se sumen "a las graves violaciones de los derechos humanos se sumen a la larga lista de abusos en Chechenia".

"En vez de apoyar los derechos de las víctimas, algunos funcionarios de la República de Chechenia han llegado a intentar justificar la violencia contra ellas", ha declarado la portavoz, que ha recordado los compromisos firmados por la República en materia de Derechos Humanos.

Recordemos que Rusia, a quien pertenece oficialmente esta república federada, ha firmado y ratificado el acuerdo internacional CCPR, es decir, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y que por ello se compromete a "respetar y garantizar todos los derechos humanos reconocidos internacionalmente" en el interior de su territorio. El texto prosigue: "deben de abstenerse de violar estos derechos -'respetar'- pero también adoptar medidas positivas para que los derechos sean efectivos -'garantizar'-". Y aquí es donde nos preguntamos para qué sirven los acuerdos en materia de derechos humanos, y si son únicamente papeles de buenas intenciones para que cada cual se lave la cara ante la Comunidad Internacional, mientras que de puertas para dentro continúa haciendo lo que considere oportuno. Porque no, en Rusia no se respetan los Derechos Humanos.

Lo que vive Chechenia en estos momentos podría ser considerado un genocidio, un apartheid en toda regla. Todos recordamos la Guerra de Serbia o el Genocidio de Ruanda. La Comunidad Internacional se deshizo por aquel momento en bellas palabras a favor de los derechos de las personas discriminadas. Nadie actuó. La historia ahora lo recuerda. Aún estamos a tiempo.

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