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¿Por qué 'Broad City' es necesaria y todos deberíamos aprender de ella?

'Broad City' cuenta la historia de dos jóvenes en Nueva York viviendo experiencias muy locas. A pesar del pequeño bajón de calidad de la 3ª temporada, su lenguaje, actitud y manera de tratar la sexualidad debería servirnos como aprendizaje en nuestra vida diaria.

La televisión está cambiando (otra vez). Esto es un hecho predicado por todos los expertos que termina siendo recurrente cada 10 o 15 años. En realidad, si queremos ser más precisos podemos decir que la televisión no cambia sino que evoluciona constantemente junto a la sociedad que refleja y que a su vez, esta sociedad quiere personajes y tramas en los que verse reflejados. Ocurrió hace unos años con 'Girls', cuando, con dos temporadas, corrieron ríos de tinta virtual diciendo que era la serie del siglo (que lo sea o no queda a interpretación del lector).

Es probable que si te gusta estar al día de la actualidad en cuanto a cine y sobre todo televisión, estés harto de oír hablar de 'Broad City', de sus maravillas y de cómo te ofrecen 10, 15 o 33 motivos para tener que verla. Vamos a intentar alejarnos de ese tópico y basarnos en por qué 'Broad City' es una serie que no solo recoge fielmente la actitud de la sociedad y la juventud actual sino que va un paso más allá y nos podría explicar cómo nos deberíamos comportar en el futuro próximo. Sí, son palabras mayores.

Abbi e Ilana, las reinas de la serie
"Abbi e Ilana, las reinas de la serie"

Como el lector que conozca la serie de sobra posiblemente ya esté aburrido a estas alturas, la introducción será breve. 'Broad City' cuenta la historia de dos chicas de veintipocos (sobre)viviendo en pleno Nueva York. Y básicamente ya está, esa es la esencia de la serie. Sus amigos, jefes, compañeros de piso, novios, rollos de una noche, etc. acompañan a Abbi Abrams e Ilana Wexler, las dos protagonistas, en sus alocadas aventuras, pero fundamentalmente la serie habla sobre las situaciones que viven ellas.

¿Siempre van acompañadas? Bueno, no. De hecho, en la mayoría de los capítulos se bastan la una con la otra. Son las mejores amigas ever y a todos nos encantaría tener una relación de amistad a tanto nivel de confianza con alguien. Esto no suena exagerado para nada. En un capítulo de la serie podemos ver cómo Ilana y Abbi mantienen una conversación por Skype mientras la primera mantiene relaciones con su follamigo, o cómo Abbi llama por teléfono a Ilana para pedirle consejo cuando un tío le pide en la cama que le meta un dildo. Eso por mostrar unos ejemplos de la relación tan sana, basada toda ella en la absoluta confianza.

Además, son de los personajes más feministas que te puedes encontrar en la actualidad. De hecho, la serie fue creada por ellas mismas y está producida por la humorista Amy Poehler (entre otros). Pero si lo llevamos al terreno de las tramas que hemos podido ver a lo largo de los episodios podemos recordar uno de los capítulos en los que unos chicos les dicen que sonrían mientras caminan por la calle y les responden tal que así:

Abbi e Ilana molando muy fuerte

Conocen el papel de la mujer en la sociedad actual y lo reivindican de cualquiera de las formas, ya sea mediante actos como el mencionado o reivindicando su fanatismo por Hillary Clinton (Spoiler Alert: la política aparece en uno de los capítulos de la tercera temporada en una escena narrativamente innecesaria). A partir de este hecho nos encontramos con la siguiente característica esencial para entender a Abbi e Ilana: su libertad sexual.

En este aspecto Ilana es la que más destaca de las dos. Tiene un follamigo interracial (a algunos directivos de las cadenas les explotaría la cabeza de solo pensarlo) que cuando le dijo que se había enrollado con otra, no murió de celos ni se enfadó, sino que explotó de alegría porque lo hubiera hecho. Eso sin contar cuando se acostó con su propia doble tras un enamoramiento repentino sin siquiera darse cuenta de ello.

Por su parte, Abbi no es un personaje tan alocado pero ha tenido sus encuentros sexuales a lo largo de la serie ya sea con su vecino, con algún compañero de trabajo o mediante Tinder (aunque no lo supiera usar muy bien). Hasta terminó en la misma casa que su amiga Ilana cuando ambas ligaron en una fiesta con sus respectivos rollos de esa noche.

It's 2014, anal is on the menu

Es 2014, el sexo anal está en el menú

Lo que sin duda comparten todos los mencionados hasta ahora es que son hombres de apariencia normal, que podrías ver en el metro o en la calle cada día. No son feos pero tampoco son modelos, son gente usual con la que es mucho más fácil empatizar. De hecho, ninguno de los personajes principales o incluso recurrentes destaca por su belleza como sí puede ocurrir en otras series actuales.

Sin duda, los personajes son realistas. Ilana es una chica que vive con su amigo inmigrante latino y homosexual que fuma marihuana (ella se denomina weed queen) y Abbi es una chica con un póster de Oprah Winfrey en su habitación que vive por los cupones de descuento de su tienda favorita mientras ve cómo día a día su jefe no la asciende a pesar de sus esfuerzos.

Las lecciones de 'Broad City'

En definitiva, ellas molan, las situaciones molan y la serie mola. Pero es verdad que en esta tercera temporada se ha perdido esa frescura que podíamos apreciar en temporadas pasadas (el capítulo de la muela del juicio de Abbi, por ejemplo). Sigue habiendo tramas alocadas a la vez que realistas como la visita que hacen a la oficina de tráfico o el brevísimo ascenso que tiene Ilana en su trabajo, pero hay algunas situaciones forzadas que no encajan con el tono de la serie como la aparición estelar que comentábamos antes.

Los motivos pueden ser diversos. Estamos hablando de un dúo cómico que comenzó su andadura como webserie en 2009. Abbi e Ilana llevan años haciendo un humor muy pegado a la sociedad 'millenial', por lo que, aunque suene arriesgado decirlo, quizás estemos viendo los primeros síntomas de agotamiento. También debemos destacar que, hasta la fecha, el número de episodios escrito por ellas dos es muchísimo inferior comparado con otras temporadas. Otra de las razones de este pequeño bache podría estar en los propios espectadores. Si ya de por sí el humor es un género que necesita constante evolución, cuando tus espectadores son esencialmente 'millenials' necesita aún más evolución todavía. Hace poco hablaron sobre ello en un podcast de Vulture muy interesante (en inglés, claro).

Yas queen!

Entonces, ¿estamos ante el principido del fin de 'Broad City'? Quizás no nos deberíamos preocupar por ello. La serie fue renovada por una cuarta y quinta temporada hace poco por lo que aún tenemos aventuras de Abbi e Ilana para rato. A pesar de sus altibajos, estamos hablando de una serie más que necesaria. Nos ha enseñado cómo deberíamos actuar en nuestro día a día por más situaciones incómodas y surrealistas que vivamos. Nos ha enseñado a no ver los despidos de trabajo como algo negativo, a aprender que no hay nada malo con quién decidas acostarte, a divertirte mientras vas en la búsqueda de tu teléfono robado y, sobre todo, a decir "Yas Queen!".

La serie de Lena Dunham hizo que muchos jóvenes se fijaran en un modo de vida apenas mostrado con anterioridad y 'Broad City' podría hacer lo propio durante los próximos años. Si 'Girls' enseñó a madurar a base de palos causados por ti mismo y a ser un poco intensitos, cansinos y raritos, 'Broad City' nos está enseñando a ser felices pase lo que pase, a buscar siempre el lado positivo de las cosas e incluso a hablar con nuestros amigos de forma distinta a como lo hacíamos anteriormente (a pesar de que nos aprovechemos un poco de la apropiación cultural). Seguramente si todos nos comportáramos como este dúo, el mundo sería un lugar mejor y un poquito más loco.

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